Como es habitual buscamos información para conocer la diferencia que puede existir entre un
proyecto viable y un proyecto factible.
En ocasiones se suele hablar de proyectos viables y factibles, y aunque a veces
asimilamos estos dos conceptos como sinónimos, la realidad encierra un significado diferente en la práctica emprendedora.
Para tratar de dilucidar esta pequeña inquietud, veamos lo que dice la real
academia española sobre cada uno de los conceptos en mención:
Viable: 2. adj. Dicho de un asunto: Que, por sus circunstancias, tiene
probabilidades de poderse llevar a cabo.
Factible: 1. adj. Que se puede hacer.
Según lo anterior, a priori pareciera lo mismo aunque tienen sus
diferencias en la práctica, por lo que un proyecto factible es un proyecto que
se puede realizar, que se puede hacer.
Un proyecto viable, es un proyecto que además de ser factible (que se puede
hacer), es un proyecto que resulta viable cuando en nuestro contexto puede ser sostenible,
rentable económicamente y que reúne todas características de implementabilidad.
Supongamos un proyecto para extraer minerales de la Antártida. Es un
proyecto que es factible, por cuanto existen los minerales y las herramientas y
equipos para hacerlo, pero no es un proyecto viable, por cuanto sus altos
costos lo harían imposible de realizar, aun cuando técnicamente sea posible
hacerlo.
Así entonces, un proyecto de emprendimiento debe primero ser factible (Que
se puede hacer), y luego se debe demostrar que es viable, que es atractivo, no
solamente económicamente, sino también en sus diferentes componentes que se
mencionan abajo.